miércoles, julio 15, 2009

Coubertin, Hombre de Rugby




Estamos, seguimos con Nicanor González del Solar que tanto dió y dá por nuestro deporte y en estos días en los que se pugna por el retorno del Rugby al deporte olímpico no podemos pasar por alto el impulso y el valor que creyó el Barón Pierre de Coubertin que el mismo tenía para formar a los jóvenes; tanto es así que les acerco ésta historia contada por nuestro "inefable" Nicanor....y dice....



COUBERTIN, HOMBRE DE RUGBY
Por Nicanor González del Solar

Es una de las personalidades más conocidas y admiradas en el deporte. El francés Pierre de Coubertin alentó y fundó los Juegos Olímpicos Modernos. Su dinamismo y su determinación superaron muchos obstáculos y, como se sabe, en 1896 se concretó su sueño: el retorno de las Olimpíadas.

Lo que muchos ignoran es que el ínclito Coubertin fue un hombre de rugby. Conoció esta forma del fútbol, tal como se jugaba en el Colegio de Rugby (una ciudad pequeña que está a unos 100 kilómetros de Londres, parte del condado de Warwickshire) cuando lo visitó en 1883. Fue a esa localidad y a ese instituto educativo porque había leído un libro: “Tom Brown´s Schooldays”, donde el autor, Thomas Hugues, recordaba sus años como alumno en Rugby y cuánto había influido en su educación el rector (“Headmaster”) Thomas Arnold.

El Barón de Coubertin recordó siempre ese libro por la importancia que tenía en el colegio inglés el desarrollo de los jóvenes con la actividad física. El francés conoció más las ideas de Arnold y se dio cuenta de que podía copiarlas en Francia, una nación herida por la derrota en la guerra de Crimea. Apoyado en los conceptos de Arnold y de la nobleza del “foot-ball rugby” (así lo llamaba Coubertin), procuró instalar en su patria esa disciplina recreativa y, al mismo tiempo, formativa.

Coubertin era un aristócrata nacido en París con el nombre de Pierre de Fredy, el 1 de enero de 1863. Un ancestro de Fredy había estado al servicio del Rey Luis XI, quien lo hizo noble en 1471. En 1577, el señorío de Coubertin, situado cerca de la capital de Francia, fue adquirido por otro Fredy, que añadió a su apellido el nombre de la finca. Desde entonces, el nombre de Fredy de Coubertin se conservó de generación en generación. La mamá del fundador de los Juegos Olímpicos también pertenecía a la nobleza: descendía de un compañero de armas del jefe Vikingo Rollon, primer duque de Normandía.

A pesar de sus blasones, Pierre no quiso ser ni político ni militar. Fue un educador y, después de investigar en Inglaterra y Estados Unidos, decidió dedicarse a la reforma pedagógica. Se entusiasmó por el llamado “Cristianismo Muscular”, que buscaba la perfección espiritual por medio del deporte y la higiene. Eso era lo que había inculcado el pastor Thomas Arnold, el legendario rector del Colegio de Rugby, donde la actividad en los campos de juego era importantísima.

El deporte de los tackles era uno de los favoritos de Coubertin. Lo practicó (no mucho) y lo difundió. Además, se desempeñó como referí, en 1892, en la primera final de clubes en su patria. Fue uno de los organizadores de la gira inicial de los rugbiers galos a Inglaterra y Escocia y, en 1893, alentó la tournée del club inglés Rosslyn Park a París. Después, en 1906, dirigió el “test-match” de Francia contra otra nación. Pero su aporte al rugby más significativo lo produjo en 1900, cuando incluyó a esta disciplina en los Juegos Olímpicos de Paris.

Por la influencia de Pierre de Fredy, Baron de Coubertin, el rugby fue olímpico en 1900 (París), 1908 (Londres), 1920 (Amberes) y 1924 (París). Después, en 1927, fue excluido como disciplina olímpica para los Juegos de Ámsterdam de 1928.


¿Por qué? Por tres razones: 1) El Comité Olímpico internacional (COI) ponía más énfasis en los deportes individuales. 2) Las mujeres peleaban por más presencia olímpica y querían que se aumentara el número femenino de participantes. 3) Contrariamente a lo que esperaba Coubertin, el “Imperio” británico no le dio mucha importancia al rugby olímpico.
Existe, además, una cuarta razón del alejamiento del rugby de las olimpíadas: Pierre de Fredy ya tenía 65 años y no presidía el COI. Por lo tanto, su pasión por el rugby no pudo imponerse.

Es probable que, dentro de poco, el juego de los scrums retorne a la familia olímpica. La Internacional Board of Rugby se ha presentado ante el COI y, con la modalidad del Seven, aspira a participar con el atletismo, la natación, la gimnasia y todas las otras disciplinas de las Olimpíadas. Sería la mejor forma de honrar a ese extraordinario Pierre de Fredy, Baron de Coubertin, un apasionado del rugby.


Un Abrazo. La Coordinación del Rugby Infantil

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