viernes, julio 30, 2010

Una asignatura pendiente II


28/07/2010 "Comentaba en mi nota anterior y teniendo en cuenta las conocidas complicaciones que tiene el referato como parte integrante de nuestro juego, que no tenía dudas que el inicio de una solución integral a esta asignatura pendiente, pasa precisamente por tomar conciencia y convencernos de que el arbitraje es "nuestro problema" y no el problema de "los reeferes". Segunda parte de la nota de Néstor "Lalo" Galán.

La habíamos prometido, aca va la segunda nota de Lalo Galán.

"Comentaba en mi nota anterior y teniendo en cuenta las conocidas complicaciones que tiene el referato como parte integrante de nuestro juego, que no tenía dudas que el inicio de una solución integral a esta asignatura pendiente, pasa precisamente por tomar conciencia y convencernos de que el arbitraje es "nuestro problema" y no el problema de "los reeferes".

"Partiendo de la base que ambos – los reeferes y el juego- están íntima y directamente relacionados y que por ello son absolutamente dependientes, no resultará difícil concluir en este aspecto que, la mejora del referato traerá aparejada la mejora del juego en general.

Había dejado planteado también como interrogante, cual era el "sitio" o el lugar que le correspondía al arbitro en nuestro deporte, dejando perfectamente sentado que con seguridad NO ERA el que le asignaban los entrenadores o jugadores al terminar los partidos, al hablar únicamente del arbitraje y no del juego. De esta manera y creo que inconsciente y equivocadamente nos encontrábamos haciendo pasar todo el juego alrededor del arbitro, quien se convertía en principal protagonista cuando en realidad el único protagonista debe ser el juego.

Ahora bien , cual es la respuesta a este interrogante de cual es el lugar que debe tener el arbitro dentro del juego?

Creo que el arbitro, desde el mismo momento que toma la decisión de colaborar en el juego desde esa función tan importante – incluso desde que dirige en las divisiones juveniles- ante todo, debe estar convencido que su rol dentro del juego es importante, pero no el más importante, debe mentalizarse que está para colaborar con el juego y con los jugadores y fundamentalmente para "conducir" un partido, pero de ninguna manera para "manejarlo".

Lo ideal es que el referee dirija el partido con alegría y no de mal humor, definitivamente no está para retar, reprender o molestarse por infracciones o por los jugadores sino que debe "disfrutar" de su referato. Por ello desde el vamos el arbitraje no puede ser tomado como una obligación sino como un placer. Y aquí nace otra pregunta que solamente la podrán responder cada arbitro... ¿cuántos son los que después de cada partido pueden decir que cumplieron con su objetivo, que se divirtieron, que disfrutaron, participaron y colaboraron íntegramente con el juego? Lo ideal sería que todos los que entran a la cancha a dirigir puedan responder positivamente a este interrogante.

En consecuencia la "responsabilidad de ser referee" pasa por "estar comprometido e involucrado "con el juego, con los equipos y con los jugadores que dirige, pasa por conocer el juego tanto como el reglamento, y además por divertirse y disfrutar de lo que está haciendo".

Si a ello le agregamos la colaboración de los responsables, jugadores y público y volvemos a lograr la disciplina y educación que se ha perdido, tendremos asegurado un marco adecuado para el desenvolvimiento y desarrollo del arbitraje que desembocará en una mejora, sino inmediata seguramente progresiva del mismo.

Si logramos este marco podremos avanzar en otros aspectos que hoy en día resultan imposibles de llevar adelante al no darse las condiciones mínimas para hacerlo, tales como:
1) La evaluación del arbitro en reuniones obligatorias, por los entrenadores y/o Capitanes de los equipos, luego de los partidos.
2) La evaluación del árbitro de los aspectos más importantes a mejorar por los equipos que dirige.
3) El análisis en conjunto del reglamento y de las normas más vulneradas en el partido.
4) La interpretación del árbitro y de los entrenadores y Capitanes de las distintas situaciones del juego etc.

De esta manera tendiendo un canal de comunicación con los árbitros- dentro del marco adecuado- habremos dado un paso adelante para mejorar el juego en general y el de nuestro equipo, que nos permitirá trabajar con seguridad y sobre bases ciertas para optimizar todas sus facetas, así a través de este intercambio le habremos dado al tema el lugar adecuado a través de la comunicación, entendida en el sentido de dar y recibir información, habremos crecido en el referato y en el juego, simplemente cumpliendo la función que cada uno tiene dentro del juego.
Vía: http://www.tercertiemporugby.com.ar/

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