viernes, octubre 29, 2010

Yankee, DT de SIC: "Cumplí mi sueño"

El Yankee y Pérez Cobo, los ideólogos del SIC

Por Gustavo Pando
Scrum.com


Habla tranquilo, pausado, con ese tono que parece inalterable. Casi no usa la primera persona del singular sino que se refiere a todo en plural. Admite que éste era su sueño, que es lo que siempre quiso desde que archivó los cortos y se puso el buzo de entrenador. Recuerda viejos momentos y suelta una sonrisa cómplice cuando se da cuenta de que ese pasado se repite sin buscarlo. Rolando Martin está feliz, y lo dice, pero "no sólo por lo de la Primera, sino por todo el SIC", explica. "Fue un año bárbaro, disfrutamos del rugby, de ir a entrenar, de jugar...", respira aliviado el Yankee.

El SIC salió campeón después de cinco años y él, como entrenador, es uno de los grandes artífices del título. Aunque, humilde, se ponga en un segundo plano. "Para mí es un placer entrenar a esta clase de jugadores. Tienen un amor propio increíble, unas ganas y una convicción por el juego que proponemos. Todo el SIC tiene que estar orgulloso por los jugadores que tiene", elogia a sus muchachos.

- Vos te la jugaste por muchos, como con Javier Ortega Desio en la final...
- Siempre dije que el SIC tiene 40 ó 45 jugadores de primerísimo nivel, y que cualquiera puede jugar en Primera. La competencia es muy buena y muy sana. Para muchos fue una sorpresa que juegue Javier, para nosotros no. Lo conocía de los Pumitas y sé que esta clase de finales no le iba a pesar.

- Agarraste a un equipo golpeado que se había quedado afuera de las semifinales el año pasado. ¿Qué tuviste que cambiar?
- A las bases históricas del SIC les agregamos continuidad y una propuesta más ofensiva. Cuando los resultados se dan parece que es un proceso de unos meses, pero estamos desde el año pasado trabajando. La idea es jugar con continuidad un rugby más dinámico, sin dejar de ser fuertes en el scrum y seguir teniendo tackle, presión y ataque. Mantenemos las bases a ultranza y le agregamos cositas.

- ¿Mentalmente tuviste que trabajar mucho?
- Los chicos tuvieron mucho entusiasmo desde que iniciamos, hubo mucha armonía en el grupo. Además ayudó el hecho de que estén las reglas claras, porque el que no venía a entrenarse no jugaba. El secreto fue que el grupo de colaboradores y jugadores estuvieron muy entusiasmados, y eso se fue potenciando. Cumplimos los pequeños objetivos que nos fuimos trazando: primero era clasificar al Top 14, después la semifinales, y eso nos llevó hasta acá.


ProFocusEl Yankee y una de las charlas de entretiempo
Las palabras le salen solas, apenas si se detiene para respirar entre oración y oración. No se emociona mientras habla con Scrum, pero admite haber llorado cuando cuenta parte de la intimidad de los festejos. "A más de uno se nos piantó una lágrima en el vestuario", confiesa y deja en claro por qué: "Cumplí el sueño que tenía cuando dejé de jugar y pasé a ser entrenador: salir campeón con el SIC".

- ¿Sentís que pudiste transmitirle toda tu experiencia como jugador a este equipo?
- Sí, creo que el jugador del SIC es muy bueno. La idea era tratar de hacer un coaching individual para tratar de hablar de qué aspectos del juego pueden mejorar. Soy un creído de que si tenés 15 jugadores y los mejorás individualmente, se potencia muchísimo el equipo. Tiene que haber voluntad del jugador y humildad, y este equipo lo tiene.

- Todas las categorías tienen la misma línea de juego, ¿eso ayudó al recambio durante el año?
- El plan fue tratar de homogeneizar ideas. No era algo que bajaba porque sí, sino que se consensuaba entre todos y después cada entrenador lo hacía con su equipo. Hay muchísimos puntos en común, y que suba o baje un jugador no implicó un cambio drástico. Por eso el SIC está muy bien.

- ¿La final fue como la pensaste?
- En la semana les dijimos a los jugadores que no íbamos a cambiar nada de nuestro juego, porque así llegamos hasta acá e íbamos a terminar los 80 minutos como veníamos jugando: un rugby simple, eficaz, y agresivo sin la pelota.

- Agresividad sobró. En el final, la defensa del SIC se pareció a la de Los Pumas contra Irlanda en el Mundial 99. ¿No se te vino a la cabeza esa imagen tuya empujando casi adentro del ingoal?
- Me acordé en el momento y entendí que no iban a entrar. Fueron unos animales, La Plata tenía siete cambios frescos y por eso creo que tiene doble labor la defensa.

- Hubo mucha mano tuya ahí...
- Soy la cabeza visible, pero hay muchísimos colaboradores, más de los que pensás. Les agradecí a uno por uno en el vestuario, y nos los quiero nombrar porque me voy a olvidar de alguno: kinesiólogos, médicos, analista de videos, en defensa el Chalo Longo... Todos hicieron una tarea fantástica.


El Yankee dividirá 2011 entre Buenos Aires y SIC
- Para el año que viene ya tenés un nuevo desafío: entrenar a Buenos Aires. ¿Te vas planteando metas como técnico? ¿Cómo lo manejás?
- Con Buenos Aires es un torneo de febrero a abril, y voy a estar a full ahí. Antes de aceptar lo hablé con todos los colaboradores y hasta con el presidente del club, y tuve su venia para encarar este desafío que me encanta. Cuando empecé como técnico quería dirigir, después la meta era la Primera de mi club, luego un seleccionado. Y Buenos Aires es un buen desafío.

El Yankee hace de la inconformidad una virtud. Todavía no se terminó el champagne, los festejos están frescos, y él ya mira para adelante. Pero... "Voy a seguir en el SIC", aclara, por las dudas, en medio de una respuesta, casi al pasar. ¿Alguien dudaba?

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