Esta mañana, en conferencia de prensa, los máximos dirigentes de ese organismo confesaron que planean implementar este tipo de tests para reforzar los estudios de orina, previstos inicialmente. Mañana, a las 16 de nuestro país, arranca la Copa del Mundo con el partido entre Argentina y el local Francia.
La Federación Internacional de Rugby (IRB) estudia la posibilidad de efectuar controles antidoping sanguíneos durante el Mundial que comenzará mañana en París, como complemento a los más de 200 test urinarios previstos en el plan de lucha contra el doping.Así lo revelaron los responsables de la IRB en una conferencia de prensa en la capital francesa, en la que salieron al paso de las críticas recibidas tras descubrirse que los test de sangre no estaban previstos inicialmente.
Diversos medios de comunicación y especialistas en la lucha contra el doping atacaron a la IRB por no efectuar controles de sangre durante el Mundial, lo que dificultaba la persecución de jugadores que recurrieran a transfusiones, sustancias de síntesis u hormonas del crecimiento.El dispositivo de lucha contra el doping previsto inicialmente incluía dos controles de orina por equipo en cada uno de los 48 encuentros de la competencia, efectuados a jugadores seleccionados por sorteo.
A ellos se unirían otros test urinarios por sorpresa efectuados en los hoteles de concentración de las selecciones o en los lugares de entrenamiento, hasta alcanzar aproximadamente los 292 controles que se hicieron hace cuatro años en Australia.
Para ello, la IRB cuenta con el apoyo de un cuerpo de facultativos puestos a su disposición por la Agencia Francesa de Lucha contra el Doping (AFLD) y con la experiencia del laboratorio de Chatenay-Malabry, que se compromete a entregar los resultados de los análisis en tres días.Con la inclusión de los test de sangre, los responsables del rugby quieren atajar un déficit de credibilidad que podría dañar la imagen de un deporte poco afectado por el doping hasta el momento.
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