Desde las 16, en el maravilloso Stade de France, nuestro equipo inaugura la máxima cita del rugby nada menos que ante los locales. En 44 días, el torneo será seguido por 4.500 millones de personas.
París - Todo está listo para que hoy el seleccionado argentino de rugby busque dar el gran golpe en París, en el debut de la Copa del Mundo de rugby ante Francia, para de esta forma escribir una nueva página en su rica historia y comenzar a asegurarse un lugar en cuartos de final. El crucial encuentro comenzará a las 21 (16 de Argentina) y será arbitrado por el inglés Tony Spreadbury en el Stade de France, que promete estar cubierto por una "ola azul" de 80.000 franceses vestidos con el color nacional.
Argentina ya sabe lo que es jugar el partido inaugural ante el país anfitrión, dado que es algo que hizo en los últimos dos mundiales. En 1999 ante Gales en el imponente estadio Millenium y en 2003 frente a los Wallabies australianos. Tras dos derrotas en debuts mundialistas Los Pumas buscarán mañana quebrar la racha. "Vamos a llevar la iniciativa durante los primeros 20 minutos, porque no podemos repetir los errores del debut en Australia 2003, que fueron catastróficos", anticipó Loffreda. Luego de un 2006 con grandes resultados (victorias sobre los All Blacks, Inglaterra e Irlanda), Los Pumas vivieron un año mundialista con algunos inconvenientes.
Pese al poco rodaje de partidos de categoría internacional, a las lesiones que se fueron acumulando a lo largo del año y a los problemas para Loffreda por no contar con todos los jugadores, Los Pumas ya están listos para escribir una nueva página en su rica historia. Argentina presentará un equipo experimentado, con un pack duro y jugadores talentosos y ofensivos como el tridente Juan Martín Hernández-Felipe Contepomi-Agustín Pichot, más un Ignacio Corletto preparado para sorprender.
Este año, Francia sólo perdió con los All Blacks dos veces y con Inglaterra en 10 test-machtes. Sin embargo, los jugadores argentinos confían en que los intensos e innovadores entrenamientos en Estados Unidos y Buenos Aires den sus frutos a partir de mañana para llevarse un triunfo que quede en la historia de las Copas del Mundo.
Hoy el plantel almorzó con el embajador argentino Eric Calcagno, a quien el capitán Pichot le regaló una camiseta del equipo, mientras que por la tarde Argentina realizó el reconocimiento al Stade de France, donde el pateador Felipe Contepomi ejercitó su pegada de cara al exigente compromiso de mañana. Por su parte los franceses no entrenaron en el escenario del partido porque privilegiaron el descanso y por eso evitaron realizar los 80 kilómetros hasta París, permaneciendo en el exclusivo centro de entrenamiento de Marcoussis.
Sólo el pateador David Skrela se entrenó sobre el césped del Stade de France ejercitando su puntería a los palos. El largo historial de enfrentamientos entre Francia y Argentina favorece a los locales por 30 a 8, mientras que en una oportunidad finalizaron igualados. No obstante, en 4 de los últimos 5 partidos Los Pumas se quedaron con la victoria. El único triunfo francés fue en el último encuentro hace 10 meses en el Stade de France y tan solo por un punto (27-26).
Solamente en 1999 Argentina logró superar la primera fase y terminar entre los ocho mejores del mundo. Por eso en Francia buscarán como mínimo igualar esa instancia, en lo que podría ser el final de una generación que elevó al rugby nacional al máximo nivel mundial. Los Pumas buscarán hacer valer su corazón y entrega, para mostrar que el grupo se encuentra fortalecido tras el duro golpe que significó la baja de Martín Gaitán por su accidente cardíaco, que dejó al equipo huérfano del talento del jugador del Biarritz.
Loffreda ya tiene muchos partidos de este calibre sobre sus espaldas con los Pumas como jugador, capitán y entrenador, por eso el 'Tano' buscará tocar el orgullo de sus jugadores para empujarlos a dar el golpe. Pese a que seis partidos del Mundial se jugaran fuera de las hexagonales fronteras francesas (en Gales y Escocia), esta será la primera vez que el evento se celebre en un país no anglófono, confirmando la creciente audiencia de un deporte que seduce cada día más y que durante los 44 días de competencia será seguido por 4.500 millones de personas en todo el mundo.
Uno de los temas más espinosos y que la mayoría de los rugbiers intentan esquivar en esta Copa del Mundo es el dopaje. Hoy, la IRB anunció que analiza realizar controles antidoping sanguíneos sorpresivos. En los meses previos a la Copa del Mundo en Francia hubo un fuerte debate para que se realicen esos exámenes sin aviso en las preparaciones y que los de orina sean constantes y no aislados. Sin embargo nada ha cambiado.
Más allá de los aspectos deportivos con la confrontación entre los mejores equipos europeos (Francia, Inglaterra, Irlanda) y las grandes naciones del hemisferio sur (Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica), el Mundial será la ocasión de promover un deporte que, a pesar de su vocación universal, tiene aún muchos territorios que conquistar. A ésto se suma el aspecto económico por las exorbitantes ganancias de la IRB (embolsará más de 400 millones de euros). Francia también desea aprovechar la ocasión para promover su lengua y su cultura y para valorizar el creciente rol del rugby latino.
La atracción de un deporte que, a pesar de ser profesional, conserva sus valores ancestrales: la camaradería y el buen espíritu que lo rodean como sus mejores argumentos.
Formaciones confirmadas:
FRANCIA:
Cédric Heymans; Aurelien Rougerie, Damien Traille, Yannick Jauzion y Christophe Dominici; David Skrela y Pierre Mignoni; Rémy Martin, Imanol Harinordoquy y Serge Betsen; Jérome Thion y Fabien Pelous; Pieters De Villiers, Raphael Ibañez (capitán) y Olivier Milloud.
Entrenador: Bernard Laporte.
ARGENTINA:
Rodrigo Roncero, Mario Ledesma y Martín Scelzo; Ignacio Fernández Lobbe y Patricio Albacete; Lucas Ostiglia, Juan Fernández Lobbe y Juan Manuel Leguizamón; Agustín Pichot (capitán) y Juan Martín Hernández; Horacio Agulla, Felipe Contepomi, Manuel Contepomi y Lucas Borges; Ignacio Corleto.
Entrenador: Marcelo Loffreda.
Cancha: Stade de France (Barrio Saint Denis, de París).
Arbitro: Tony Spreadbury (Inglaterra).
Jueces de touch: Stuart Dickinson (Australia) y Bryce Lawrence (Nueva Zelanda).